Cristina Nieto – Linkedin
Las nuevas tecnologías y medios digitales ofrecen a la antropología una nueva mirada a las relaciones humanas, así como también nuevos temas de estudio. ¿Cómo se concretan estas nuevas oportunidades de estudio y, sobre todo, cómo podemos encaminarlas en el campo profesional?
La tecno-antropología busca precisamente consagrar la tecnología y la antropología, necesidad que surge recientemente en el siglo XXI. Tal como Colobrans et al. (2011) escriben, la tecno-antropología es el estudio etnográfico de los sistemas de I+D+i, así como también de culturas digitales e innovación social. Debido a que la tecno-antropología se interesa por el estudio de campos nunca antes tratados por la antropología tradicional, surge la necesidad de desarrollar nuevas herramientas (digitales), conceptos y modelos culturales.
A nivel profesional, la tecno-antropología adquiere fuerza con una metodología de trabajo práctica y no tan dependiente de perspectivas teóricas. Permite así realizar proyectos aplicados de una duración determinada y con resultados inmediatos (leer más sobre las llamadas etnografías rápidas aquí). Si bien seguimos generando ideas en nuestro diario de campo, es de este modo que lo cuantitativo se suma a lo cualitativo. Dejamos de lado las tesis hipotéticas para dar paso a los informes; nos alejamos de las transcripciones literales de las entrevistas para realizar mapas conceptuales de aquellas palabras más importantes para nuestro análisis. Muchas veces nuestra observación participante se realiza también a través de Internet, o probando los productos tecnológicos que a posteriori analizaremos.
La tecno-antropología da respuesta a un lado desatendido por el marketing. La primera parte del principio que trabaja con humanos; el segundo, con consumidores. Mientras que el mundo del marketing trabaja para hacer productos atractivos y vendibles, la tecno-antropología se enfoca en las necesidades reales del usuario. Para ello, utiliza la metodología del design thinking, que busca generar ideas innovadoras a partir de su foco en las personas.
En mi propio campo de interés, que es el de la consultoría tecnológica (o en sistemas de innovación social), la tecno-antropología se basa en el testeo de productos tecnológicos. Busca entender las necesidades reales de los usuarios respecto a los productos tecnológicos, portales, plataformas o aplicaciones móviles con el objetivo de ofrecer informes a los diseñadores y tecnólogos para que acaben elaborando un producto «más humano», o mejor adaptado al uso y necesidades de sus usuarios. Esto significa que partiendo de cero, podemos por ejemplo diseñar y crear prototipos de posibles productos o sociedades sintéticas para mejorar la interacción entre el ser humano y la tecnología.
Referencias
Colobrans, Jordi; Serra, Artur; Faura, Ricard; Bezos, Carlos; Martin, Iñaki (2011). La tecno-antropología [Comunicación presentada al XII Congreso de Antropología: Lugares, tiemops, memorias. Simposio: «El sentido de la antropología hoy: responsabilidades, dilemas y acciones»]. Accedido el 24/11/2016 aquí
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Artículo sobre Genevieve Bell en el NY Times, antropóloga en Intel.
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