El equipo de AntropoCon
Os presentamos una charla que el equipo de AntropoCon tuvimos con el profesor Steffen Jöhncke, director del Centro para la Antropología Aplicada de la Universidad de Copenhague y todo un referente de la antropología aplicada en Europa.
El tema de la reunión fue conocer la manera en que la antropología se ha convertido en un nombre de referencia, una marca que está de moda en la sociedad danesa. Tal como nos contó Steffen Jöhncke, aunque existe una tendencia general hacia el audit culture y lo estadístico, también hay una creciente demanda por conocimiento cualitativo. Tener antropólogos trabajando da pues valor añadido a una empresa y simboliza su apuesta por la calidad.
Antropología: Entre lo académico y lo aplicado
El Centro para la Antropología Aplicada (o AnthroAnalysis) nació en 2005 asociado al departamento de antropología de la Universidad de Copenhague. El centro surgía por dos razones. Primero, para dar respuesta a la creciente masa de estudiantes graduados en antropología que querían buscar su fortuna fuera de la universidad. El centro pretendía pues enseñar a los estudiantes cómo hacer antropología de calidad que pudiera ser usada por empresas privadas, públicas y la sociedad civil.
Por otro lado, la creación del centro era también un intento de la universidad en sí de avanzar con los tiempos. Una educación que sólo enseñaba a los estudiantes cómo ser académicos se veía más contra-productivo que otra cosa. En aquel momento estaba claro que la universidad no iba a dar cabida a todos los graduados, ¿por qué no pues construir un puente entre lo académico y lo aplicado?
Steffen Jöhncke nos cuenta que el proyecto de AnthroAnalysis fue controversial al principio y sigue siendo tema de debate hoy en día. Antropólogos daneses y extranjeros lo han criticado por no ser antropología ‘de verdad’. A ello responde:
“Yo creo que sí que lo es. Antropología es una disciplina viva y tiene que evolucionar con los tiempos. Como profesores debemos dar respuesta al mundo al que se enfrentan nuestros estudiantes al acabar su formación”.
El Centro para la Antropología Aplicada hoy en día ofrece una variedad de estudios, evaluaciones, cursos y seminarios de capacitación donde los mismos estudiantes y profesores de antropología participan, desarrollan y exploran el potencial práctico de la disciplina.
Los estudiantes del grado de antropología en la Universidad de Copenhague tienen precisamente una asignatura troncal de prácticas en la que participan en proyectos reales. Este año por ejemplo pueden elegir entre hacer prácticas en una asociación de alojamiento social, una cooperativa de comida orgánica o la Asociación Danesa para la Salud Cardiovascular. Existe también una especialización de máster de antropología organizacional (business anthropology), es decir, aplicada al mundo de los negocios.
Diez años después de su creación, la idea de construir un puente entre lo académico y lo aplicado sigue siendo el eje motriz del centro. Que muchos consideren la antropología como una llamada es un obstáculo para su profesionalización, explica Steffen Jöhncke. La antropología debe ser entendida desde el inicio como una profesión, un trabajo, un set de metodologías aplicables en la vida real.
3 consejos prácticos para una antropología aplicada
Aunque una sociedad donde los antropólogos somos así de valorados sea difícil de imaginar en la España de hoy en día, vemos en el caso de Dinamarca que no es imposible. ¿Por qué no aprender del camino ya recorrido? Steffen Jöhncke nos da algunos consejos para ello:
Consejo 1. Claridad y resultados
“Los antropólogos tenemos que aprender a explicar mejor a los que no son antropólogos qué es la antropología y para qué sirve, y convencer del valor añadido que aportamos. Por ejemplo, hablar con personas es una cualidad real y algo que pocas veces recordamos es una competencia de la antropología. Y aunque es verdad que todo el mundo puede hablar con personas, ¡no significa que vayan a hacer buenas entrevistas! Nosotros tenemos las técnicas para hacer entrevistas de calidad y analizarlas”.
No envíes un CV donde sólo dices que eres antropólogo/a y la empresa tenga que imaginarse qué significa esto. No. En tu CV debes explicar claramente cuáles son tus cualidades y capacidades (leer más sobre el tema aquí). Las empresas quieren saber qué puedes hacer, no quién eres.
Consejo 2. Tres semanas es suficiente
Escalar los métodos es esencial, dice Steffen Jöhncke. No siempre necesitas hacer un trabajo de campo largo si ya tienes unas cuestiones básicas a partir de las cuales trabajar. Es muy posible enfocarse en una pequeña área de la empresa por ejemplo y que tres o cuatro semanas sean suficientes para iluminar los aspectos clave del estudio.
Consejo 3. Comunicación y transparencia
Ten en mente que la comunicación con la empresa es fundamental antes, durante y después de mostrar tus resultados.“Sé lo más concreto posible ambos en la presentación y la negociación”, aconseja Steffen Jöhncke. Siempre clarifica qué es lo que puedes hacer dentro del periodo de tiempo establecido.
“Si piden estadísticas, les decimos que hay otras empresas mejores para ello. Las investigaciones antropológicas son intrínsecamente exploratorias. No sólo contestamos a sus preguntas, sino que vamos más allá y miramos qué ideas y supuestos hay detrás”.
Y durante el estudio, mantén a la empresa informada de tu proceso, para que el resultado final, altamente cualitativo e innovador, no les ‘sorprenda’.
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